En el vestíbulo del Teatro Degollado (originalmente llamado Teatro Alarcón) se encuentra esta hermosa escultura en mármol de la Diosa de la Fortuna. La cual fue elaborada entre el año 1870 y 1880 por el escultor italiano Carlo Nicoli.
En un principio esta preciosa obra habitó el Supremo Tribunal de Justicia, después se mudó al Museo Regional de Guadalajara, luego a la Caja de Agua, posteriormente a la Plaza Tapatía, en donde en un acto vandálico, por no decir salvaje, perdió la mano derecha y su cetro, hasta que finalmente, después de su restauración hecha por el arquitecto Hugo Andrés Testolini Deza, pasó a lo que hoy es su actual casa, el Teatro Degollado.
Esta pieza de mármol oculta una singular leyenda, se cuenta que aquel visitante que toqué la monedas que se encuentran a sus pies, contará con buena fortuna, pero si en el momento de retirarse mira directamente a sus ojos, este perderá toda la fortuna recibida.
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